Colombia, 27 abril de 1980.- Exactamente después de dos meses de iniciarse su ocupación, el comando armado del M-19 abandonó la embajada dominicana en Bogotá.
La decisión resultó tras intensas negociaciones entre el comando y el Gobierno colombiano, que en ningún momento estuvo dispuesto a ceder ante sus demandas que se concretaban en la exigencia de que se liberaran a 311 presos de su adscripción política, así como el pago de 50 millones de dólares que subvencionarían la continuidad de la lucha armada.
Turbay Ayala se negó en redondo a estas pretensiones, pero en el último momento se pactó una salida del edificio. El comando dejó la embajada junto a 18 rehenes que garantizaban su seguridad. El destino era La Habana, con cuyo régimen simpatizan los guerrilleros del M-19.
Aunque no han logrado sus objetivos iniciales, el desenlace final puede considerarse una gran victoria propagandística del M-19, uno de los movimientos armados más activos de América del Sur. El asalto a la embajada se produjo el pasado 27 de febrero, fecha en que 13 embajadores de diversas partes del mundo acudían a una recepción diplomática.